Un cuerpo de diáconos saludable es vital para la iglesia. Cuando sirven bíblicamente, promueven la causa de Cristo; cuando no, la obstaculizan. Un Diácono con Propósito resume cuatro compromisos esenciales para un servicio fiel. El primero es liderar con el ejemplo: como principales siervos, los diáconos deben usar su influencia para modelar fidelidad y servicio. El segundo es servir al pueblo: su oficio no es de distancia, sino de cercanía, atendiendo al pueblo de Cristo con corazón abierto. El tercero es apoyar al pastor y al personal: ambos oficios deben trabajar unidos para que el ministerio sea eficaz. El cuarto es proteger la paz: además del evangelio, la unidad es el tesoro más preciado de la iglesia, y los diáconos deben guardarla con cuidado. Estos compromisos, fundamentados en Hechos 6:1-7, pueden expresarse de formas distintas según el contexto, pero son indispensables para la salud de la iglesia local.
Muchos recursos para diáconos se enfocan en detalles secundarios, pero Un Diácono con Propósito ofrece cuatro compromisos claros y sencillos, aplicables a cualquier iglesia, sin importar su tamaño o cultura. Con preguntas de discusión y reflexiones prácticas, este recurso ayuda a cada diácono a evaluar y aplicar los fundamentos bíblicos de manera fiel y contextual, fortaleciendo así la vida y la misión de la iglesia local.
Con un estilo de escritura que se dirige directamente al lector, el libro representa una sana combinación de fundamento bíblico, aplicación práctica e ilustración personal. Los textos bíblicos priorizan las posturas conviccionales del autor. Posteriormente, esas verdades bíblicas se desarrollan de manera práctica, siempre considerando al lector como experto en su propio contexto ministerial. El interés de Wolfe por la iglesia local es evidente en cada página, y su deseo de que los diáconos prosperen en su oficio bíblico es evidente.
Cuando las iglesias recuperan el diseño bíblico del diaconado, el Espíritu Santo obra con poder renovador en y a través de la congregación. El pueblo de Cristo recibe modelos contextualizados de vida cristiana, y la iglesia ve más actos de servicio desinteresado al seguir el ejemplo de sus líderes siervos. Los miembros se sienten más conectados y amados; pastores y personal, más eficientes y animados en su llamado. El conflicto se transforma en oportunidad cuando los diáconos protegen la paz con cuidado, gracia y verdad, redirigiendo los problemas hacia sanidad y crecimiento. Así lo hizo Dios en la iglesia de Jerusalén (Hechos 6:1-7) y en innumerables iglesias desde entonces. Cuando los diáconos lideran, sirven, aman y se relacionan bien, las iglesias prosperan. Para cultivar este modelo bíblico y aplicarlo creativamente en su iglesia, vea Un Diácono con Propósito por Wolfe.
